La idea de crear una academia online rondaba nuestras mentes desde hacía ya algunos años, pero lo de siempre, no nos atrevíamos… Nos preocupaba si el proyecto supondría demasiado dinero para invertir, si el trabajo extra que podía conllevar nos afectaría a nivel familiar, etc. Pero el motivo de más peso por el cual no nos decidíamos a comenzar era que siempre habíamos trabajado de modo presencial, así, sintiendo a los practicantes, adecuando la práctica a la energía que vibraba en cada momento, haciendo correcciones y apoyando de una manera más personalizada a la persona que está enfrente… En fin, trabajar con esa energía tan especial y única que se crea cuando nos juntamos, nos miramos, nos reímos, respiramos y compartimos la experiencia de la práctica, nos parecía imposible recrearla de manera virtual. Somos muy familiares y cercanos, y ésto nos parecía algo difícil de compatibilizar con una clase online que, al final, es una experiencia en la que estamos separados tanto en el espacio como en el tiempo.
Y como casi siempre la vida te marca los tiempos, de repente nos encontramos en España a mitad de marzo del 2020 con un estado de alarma y la imposibilidad de dar clases de Yoga en nuestros espacios. Y así, de manera espontánea y gratuita comenzamos a ofrecer clases por facebook live, el cual nos ofrecía una plataforma para hacer retransmisiones en vivo sin que nos costase dinero.
¿Qué contaros de la acogida? Desde el primer día tuvimos un feedback muy bueno, muy alentador, contra todo pronóstico estaba funcionando y la gente podía tener una experiencia de conexión con nosotros desde su pantalla siguiéndonos de manera online. Entonces ordenadores, portátiles, móviles y televisores se hicieron nuestros aliados y durante todo el confinamiento en España, estuvimos ofreciendo clases online y algún baño de Gong.
Como os contaba, la acogida y la respuesta fue tan buena, que mucha gente con la que hacía años que habíamos perdido el contacto, ahora desde la lejanía, podían practicar con nosotros y a la vez mucha gente que no nos conocía nos pudo descubrir, y nuestra manera directa y a la vez familiar de entender la práctica del Yoga, la pudieron disfrutar desde su hogar. Nos parecía magia, nos sabía a magia… Nos llegaban comentarios de personas que estando solas en sus hogares habían sentido que estaban acompañadas, que cerraban los ojos y se sentían parte de un grupo, como si estuviesen en una clase en cualquier centro de Yoga, que se podía sentir el calor de la compañía ¡Qué maravilla! Y lo mejor es que a nosotros nos pasaba exactamente lo mismo. Pura magia. Este fue el empujón final que nos llevó a decidir embarcarnos en esta gran aventura, que no sabemos en qué va a derivar, pero que de momento, a fecha de este mes de julio de 2020, justo arrancando la aventura de crear una academia online de Yoga, nos alegra mucho el corazón que podamos seguir transmitiendo esto, haciendo llegar a cada rinconcito, a cada hogar estas técnicas tan poderosas, tan sanadoras y de un potencial inimaginable. ¿Hasta dónde te puede llevar tu práctica? Eso lo vas a poder descubrir tú, con tu constancia y con tu compromiso. Nosotros intentamos ponértelo lo más fácil posible: que puedas elegir en qué horario, qué clase o qué meditación te resuena hacer en cada momento.
Así empezamos, bajo una circunstancia de reto como fue la pandemia mundial, que a nosotros nos dio el empujón que necesitábamos.
Agradecidos a la vida por la oportunidad de acercar estas técnicas que tanto nos aportan y nos resuenan a cada hogar, a cada lugar donde haya un dispositivo desde el que se nos pueda reproducir y alguien al otro lado dispuesto a descubrirse.
Sat Nam.